La Cátedra Dino Saluzzi tiene como objetivo transmitir, difundir y estudiar este compositor argentino, a través de la creación de proyectos de investigación, artísticos y de formación que promuevan tanto el conocimiento de su obra, como los fundamentos que le dan forma como artista y persona:
Más que un modo de transmisión, la oralidad es una actitud frente a la música, opuesta o complementaria a la música escrita. La cultura se transmite de persona a persona y eso no es un proceder de una cultura menor o "popular" si no el medio natural de trasmitir aquello que es imposible de codificar.
Dino Saluzzi es un continuador de los saberes que le dieron origen: en su Salta natal, sobre todo a través de sus padres, aprendió cantos y músicas de pueblos americanos como los chaguancos y los chorotes que, sumados a la música popular que desde pequeño formó parte de su vida cotidiana, constituyen su centro vital, su identidad, que se fue enriqueciendo con otras geografías y experiencias musicales.
Más allá del fuerte carácter europeo de nuestra cultura, los argentinos tenemos un abanico inmenso de expresiones autóctonas que compartimos con toda Latinoamérica y mantienen saberes ancestrales que se han trasmitido oralmente de generación en generación. La enseñanza musical no ha contemplado con profundidad ese conocimiento, importando métodos que no contemplan –o sólo de manera parcial– las formas propias de nuestro territorio.
Dar valor a nuestro pasado cultural, puede ser un camino que nos conduzca a evolucionar nuestra música, ya que interpretar obras propias de cada territorio, empodera la cultura y promueve el desarrollo de la misma.
Definitivamente, toda creación artística contiene en sí la libertad con la que ha sido concebida y lleva la marca de su autor, sin ningún elemento que lo condicione o lo limite porque así el artista puede encontrar su propia forma.
Asumirse dentro de una tradición significa para Dino Saluzzi honrar a sus ancestros culturales haciendo de esa herencia un lenguaje propio y definido que no sólo trasmite parte de los saberes si no que ensancha las fronteras de la propia música.
La idea de un lenguaje propio, conlleva el desarrollo del aspecto artístico a través de la libertad creativa, elemento fundamental por el cual, el legado de Dino Saluzzi es tan apreciado en diferentes partes del mundo. El arte, trasciende las fronteras para convertirse en un saber universal, a pesar de los elementos autóctonos que contiene.
La composición está al servicio de la idea interna del artista y el valor de esa imagen se enriquece a medida que el lenguaje aumente su capacidad para describirla.
Para poder crear aquello que se desea realizar Dino Saluzzi con su trabajo reivindica el valor de la melodía como vehículo principal de comunicación entre el artista y quien lo escucha.
La creación de la música en tiempo real combinada con la composición es una de las características más sobresalientes de la obra de Dino Saluzzi. Pero para él, no es la improvisación comprendida como un despliegue de virtuosismo si no como la oportunidad de crear diálogos en tiempo real y de manera armónica con los músicos y el tipo de música que se interpreta.
La carrera artística de Dino Saluzzi, desde sus comienzos, estuvo marcada por su autodisciplina y exigencia en el estudio de su instrumento, tanto como en el estudio teórico de la música y de otras disciplinas relacionadas.
La música evoluciona a medida que se enriquece su diversidad. Para interpretar la obra de Dino Saluzzi y mostrar la enorme riqueza del idioma musical de Argentina es necesario perfeccionar nuestra formación musical y para esto, es indispensable un fuerte compromiso con el estudio tanto teórico como práctico de la música.