Nos encontramos en el borde de la primera década del siglo XXI y aún estamos sorprendidos por las transformaciones que trajo este nuevo milenio: a la par de un avance tecnológico importante, sobre todo en el ámbito de las comunicaciones, que generó transformaciones culturales impensadas en el siglo anterior, también se produjo un incremento enorme de la exclusión social.
Se puede compartir la idea de que generar discursos teóricos y por lo tanto prácticas profesionales diferenciales para cada clase social no hace otra cosa que coagular estas diferencias y por lo tanto perpetuar las injusticias. Pero ignorarlas es o bien un acto de testarudez o bien de dogmatismo. Pensar en los excluidos, si no queremos duplicar el acto de marginación que los llevo hasta ahí, es pensar en la sociedad toda.
Estas Jornadas se proponen, por lo tanto, abandonar la comodidad de lo ya pensado para reflexionar, desde los diferentes marcos teóricos y disciplinares, sobre nuevos modos de intervención psicopedagógica en los nuevos escenarios en que nos toca trabajar.
El adolescente fue y sigue siendo el testimonio de los cambios históricos. Ni un futuro tan amplio como en el niño, ni uno ya constituido como el del adulto. Por eso decidimos que el tema de estas primeras Jornadas sea el adolescente de hoy. Ese que nació y tuvo su infancia con las computadoras, las pistas informáticas, la realidad virtual, la telefonía celular, pero también con la hegemonía del pensamiento único, del individualismo a ultranza y del capitalismo salvaje. ¿De qué modo los profesionales y adultos nos posicionamos ante ellos? ¿Cómo transmitir el legado cultural sin violentar la singularidad de su generación? ¿Cuáles son los nuevos padecimientos anímicos que ellos presentan? ¿Cómo son los nuevos modos de pensar y de aprender?